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Puerta del principe
Borja Jiménez y José Garrido, a hombros por la Puerta del Príncipe
01 Junio 2014Sevilla. Se han lidiado seis novillos de Fuente Ymbro, bien presentados -el burraco sexto con hechuras de toro- y de muy buen juego en conjunto. Sólo el primero tuvo poquita fuerza y el cuarto fue a menos, El segundo fue un novillo de gran clase que bien mereció el premio de la vuelta al ruedo en el arrastre, aunque no lo concedió el palco. El resto, ovacionados. La plaza registró algo menos de media entrada en tarde primaveral.
Fernando Beltrán, silencio y saludos.
Borja Jiménez, dos orejas y oreja.
José Garrido, una oreja y dos orejas.
En cuadrillas, Fini saludó tras banderillear al tercero y repitió al lidiar al sexto, donde compartió saludo con Antonio Chacón y José Manuel Amores.
Ni los más viejos del lugar recordaban la estampa de dos toreros, en este caso dos novilleros, compartiendo salida a hombros por la Puerta del Príncipe. Este domingo lo han logrado el sevillano de Espartinas Borja Jiménez y el extremeño de Badajoz José Garrido tras dos actuaciones contundentes y merecedoras de tan alto premio.
Abrió plaza el valenciano Fernando Beltrán a quien se le notó su corto bagaje pese a llevar ya cinco temporadas con los del castoreño. En su primero tuvo la disculpa de la poquita fuerza del animal, al que le dejó algún natural estimable. Sí tuvo más opciones en el cuarto, que llegó con buen son a la muleta. Sin embargo, Beltrán no acabó de acoplarse en las primeras series y el novillo también fue a menos hasta terminar muy parado.
Borja Jiménez, que ya había entrado en quites en el que abrió plaza, empezó a jugar sus cartas desde el clarinazo que anunció la salida del segundo de la tarde, yéndose a recibirlo a portagayola. Con la muleta, 'Esmerado', que así se llamaba el de Fuente Ymbro, fue una máquina de embestir con clase, y el novillero de Espartinas lo entendió desde los pases cambiados por la espalda iniciales hasta la estocada final que puso en sus manos las dos orejas. El deseo del indulto planeo incluso por algún sector de la plaza, aunque es cierto que cuando Jiménez insistió en otra serie, el animal ya había dado todo de sí. Ahora bien, injusto que el palco no concediera el premio de la vuelta al ruedo en el arrastre.
Borja redondeó su tarde en el quinto, al que también recibió a portagayola. Tras brindar la faena a su hermano, el diestro Javier Jiménez, doctorado en la pasada Feria de Sevilla, el novillero comenzó el trasteo toreando en redondo de rodillas. Después volvió a demostrar un gran dominio de las distancias y de los tiempos para cuajar una labor que bajó algo por el pitón izquierdo y en una última serie más destempladita. No obstante, lo bueno ya estaba hecho y la estocada propició la oreja que le abría la Puerta del Príncipe.
Gratísima impresión dejó también el pacense José Garrido, que brilló sobremanera con su personal estilo al torear de capa. Hizo un gran quite por chicuelinas en el segundo, galleó muy vistoso para llevar al sexto al caballo y después le plantó un quite a la verónica y media que provocó hasta el saludo musical de la Banda del Maestro Tejera. Hacía tiempo que no se veía vibrar a la plaza como con el toreo capotero de este chaval. Con la muleta, no se amilanó con lo mucho que torear que tuvo su primero, un novillo encastado con ciertas asperezas, y supo aprovechar las buenas embestidas del burraquito sexto. Certero con la espada, una oreja en el tercero y las dos del que cerró plaza, le abrieron de par en par la Puerta del Príncipe.