Torrejón de Ardoz (Madrid) Seis toros de Luis Algarra, de bonitas y armónicas hechuras, y de buen juego en líneas generales, a excepción del desclasado y complicado cuarto. Los mejores, segundo, tercero y quinto. La plaza rozó el lleno en los tendidos

Cayetano Rivera, oreja y oreja.
José Garrido, dos orejas y silencio tras dos avisos.
Andrés Roca Rey, dos orejas y oreja.
 

Siete orejas se repartieron hoy Cayetano Rivera, José Garrido y el peruano Andrés Roca Rey, que salieron a hombros junto al mayoral de Luis Algarra, en el segundo festejo de la feria de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.

Cayetano toreó de maravilla al que abrió plaza, al que cuajó una faena templada y elegante, de mucho gusto y prestancia. Cortó una oreja de ley. El cuarto, en cambio, fue un toro al que le faltó clase y le sobraron malas ideas. El mérito de Cayetano fue no volver la cara y buscarle las vueltas a base de firmeza y amor propio. La oreja que logró tuvo su peso en oro.

Garrido rayó también a gran altura con el buen segundo, al que cuajó de principio a fin, tanto con el capote como con la muleta, donde se le vio muy resuelto, muy de verdad, corriendo la mano con largura y despaciosidad. Importante nivel del extremeño que, tras una estocada, cortó las dos orejas. Con el quinto también brilló, pero lo echó todo a perder con la espada.

Roca Rey fue un torbellino con el tercero, al que cortó las dos orejas tras una faena que aunó valor, firmeza, aplomo y numerosos recursos galeristas que gustaron, y mucho, a los tendidos, que vibraron, y de qué manera, con el peruano. Otro trofeo paseó del sexto tras otra faena en la que el joven limeño puso nuevamente toda la carne en el asador. EFE