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Puerta grande para Perera
06 Diciembre 2010México DF. 5 Dbre.Quinta corrida de la Temporada Grande. Se han lidiado toros de Campo Real (4º lidiado como sobrero y 8º lidiado como sobrero de regalo) y uno de Garfias (7º, lidiado como sobrero de regalo), desiguales de presentación y juego.
Eulalio López 'Zotoluco', silencio, silencio y oreja en el sobrero que regaló.
Miguel Ángel Perera, dos orejas y silencio.
Octavio García 'El Payo', división, silencio y palmas en el sobrero de regalo.
Miguel Ángel Perera ha cortado dos orejas en el quinto festejo de la Temporada Grande de La México. El extremeño ratificó gran tarde anterior con el mejor toro de un deslucido encierro de Campo Real al que sometió por bajo con ritmo y temple. Una oreja cortó Zotoluco de un sobrero de regalo de Garfias después de una labor plena de garra. También hubiera paseado trofeo El Payo de otro sobrero de regalo, pero arruinó su esfuerzo con el acero.
El extremeño se ha lucido ya con el capote y tanto en el saludo como en un quite posterior ha levantado al público de sus asientos. La faena, con un toro noble y dócil que acabó rajado, también tuvo nivel, pues Perera estuvo muy firme y con la muleta muy baja cosió la embestida del toro al trapo y lo condujo con mucha despaciosidad. Una labor convincente del extremeño que además remató de una estocada entera. No tuvo la misma condición el quinto y Perera, a pesar de su insistencia, no pudo redondear la tarde.
Zotoluco hubo de hacer frente a un toro deslucido y descompuesto, de embestida defectuosa, con el que faenó esforzado y poderoso, pero sin alcanzar lucimiento. El cuarto resultó blando y la faena de Zotoluco, necesariamente breve, obligado por las circunstancias. Del mismo modo que el día de la inauguración de la temporada, regaló un sobrero, de Garfias, al que hizo una faena larga, de tesón garra y poder, con un toro encastado, que no permitió parpadear al mexicano, y fue recompensado con un trofeo.
El Payo hubo de pegarse un arrimón con el parado tercero. Obligado por las circunstancias, se salió un tanto de su estilo para alcanzar un éxito que finalmente el toro no le permitió. El sexto hizo cosas de reparado de la vista y el queretano, como tampoco obtuvo el ansiado éxito, regaló un sobrero del hierro titular que no cayo bien al público pero que se acabó metiendo en la obra del torero azteca por su determinación. Cuando había hecho lo más difícil, meter a la gente en su obra, un metisaca le dejó sin premio.
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