Arenas de San Juan. La plaza tuvo media entrada.Se lidiaron novillos de Apolinar Soriano, desiguales de presencia, nobles, aunque bajos de raza. Los mejores, quinto y sexto.

Félix de Castro, ovación y oreja.
Emilio Huertas, silencio y dos orejas.
Martín Campanario, silencio y oreja.

En cuadrillas, Ángel Otero saludó tras banderillear al quinto.

 

DIMENSIÓN DE HUERTAS

Lo mejor del festejo corrió a cargo de Emilio Huertas frente al manejable quinto, al que toreó con largura por los dos pitones. En su primero, soso y sin clase, tan sólo pudo evidenciar ganas y poco más.

Félix de Castro apuntó detalles en su primero, en el que hubo más cantidad que calidad, mientras que su voluminoso y aplomado segundo, apenas le permitió lucimiento alguno.

Martín Campanario nada pudo hacer con el 'rajado' tercero, aunque sí con el que cerró plaza, un utrero manejable ante el que, sin embargo, se perdió en el toreo accesorio y gestos de cara a la galería.EFE