El Ejido (Almeria). Lleno. Se han lidiado toros pertenecientes a la ganadería de Los Azores, desiguales de presentación, sin clase y de diferente juego. Destacó el cuarto.

Manuel Díaz el Cordobés: silencio y dos orejas y rabo.
José Olivencia: dos orejas y dos orejas.
David Fandila El Fandi: dos orejas, y dos orejas y rabo.

GANADERÍA: "Los Azores" . 1º nº 16. Anovillado. Brocho y escobillado. Capirote. Puyazo trasero. Flojo. Tardo por el derecho. Patas por delante. 2º nº 6. Negro. Anovillado. Abrochado y gacho. Repetidor. Puyazo trasero empujando. Noble. Mejor izquierdo. Alguna palma. 3º nº 62. Mejor de hechuras. Negro. Abrochado. Puyazo caído. Con muchos pies y fijeza. Humilla. Palmas. 4º nº 3. Negro. Sospechoso. Puyazo con fijeza. Noble sin recorrido ni emoción. 5º nº 38. Negro. Basto. Abrochado. Remata en burladero. Puyazo empujando sacando el caballo a los medios. Embestida descompuesta en muleta. 6º nº 1. Negro. Sin presencia ni pitones. Puyazo. Con pies y fijeza en primer tercio. Se para en muleta. TOREROS: Manuel Díaz "El Cordobés", nazareno y oro. 1º Brinda al público. Desconfiado en capote con desarme. Con recurso de cara a la galería sin temple. "Salto de la rana" y demás desplantes. Pinchazo. Media. Cuatro descabellos. Silencio. 4º Capote sin excesos. Muleta en centro del ruedo. Toreo sin apreturas de cara a la galería en sol. Media caidilla. Dos orejas y rabo excesivo. José Olivencia de purísima y azabache. 2º Brinda al público. Con problemas por el derecho. Faena basada en el pitón izquierdo. Llega al público. Estocada entera caída fulminante. Dos orejas. 5º Brinda a María Sin acoplarse ni ligazón. Estocada casi entera muy caída con feo derrame. Dos orejas. "El Fandi". Azul marino oscuro y azabache con adornos en oro. 3º Resuelve en capote. Banderillas de entrega con apreturas llegando al tendido sin conseguir el parón. Brinda al público. Con dudas por el izquierdo. Sin toreo, con recursos. Entera caída. Dos orejas benévolas. 6º Capote fácil con apreturas saltando el olivo y fea caída en callejón. Sin razones en muleta para tanto trofeo. Estocada entera tendida. Dos orejas y rabo. INCIDENCIAS: Plaza de toros portátil "El Sacramento". Lleno. Sol. Calor. Comienzo con quince minutos de retraso. Incómoda música de las casetas cercanas del mediodía. Manifestación antitaurina de 23 personas en los aledaños. En la plaza 4000. Puerta grande para la terna. PRESIDENCIA: Concejal de Agricultura y Medio Ambiente que no aguanta la presión del público y se excede en los trofeos.

¡La plaza a rebosar! Aquí el primer y más importante dato de la corrida de toros celebrada, y recuperada, en El Ejido con motivo de las fiestas de San Isidro. Cuatro mil almas con ganas, muchas ganas, de vivir a tope este renacer de los toros en su pueblo.

Exceso que quien presidía, Manolo Gómez, recién elegido concejal de Agricultura y Medio Ambiente quien, como responsable del área, tanto está haciendo en tan poco tiempo pero que en la cuestión taurina ha demostrado no saber medir y desmerecer la seriedad de la tarde con tanto trofeo gratuito e inexplicable. Vamos, oiga, que como presidente un petardo.

Y con este lleno el máximo triunfador ha sido José Gabriel Olivencia por la cuestión de la taquilla con independencia del resultado vestido de luces. Ya se sabe que él ha tenido el mérito mayor de hacer las veces de empresario a pulmón. Es decir sin subvención alguna y jugándose el tipo y el bolsillo. Y ha ganado. Mucho mérito el suyo pues no ha habido puerta que haya dejado de tocar para colocar lo que hiciera falta. Y ahí los resultados sin regalo alguno a mencionar poniendo en cuestión ciertas maneras empresariales que rondan por otros lares. La Fiesta con él es fiesta y alegría. Y lo de ayer no es un dato aislado pues podríamos poner encima de la mesa otras fechas, otros pueblos, otros carteles. Enhorabuena.

Aunque, si en el monte no todo es orégano, lo de ayer tampoco es espejo de lo acontecido en la plaza si atendemos a la ficha. Para empezar con la configuración del cartel. No es entendible como una líder del escalafón se rebaja a una plaza portátil estando anunciado a escasos días en una plaza de obra, sin quitar dignidad a la de El Sacramento, como es la de Roquetas. No, Fandi, así no.

Por seguir, la corrida desigual y con algún burel muy escaso. Hay que cuidar más el toro pues para elegir hay hoy en día en el campo lo que se quiera. Y, por cerrar los peros, también hay que cuidar la sagrada hora de comienzo del festejo pues la puntualidad taurina es una tradición a mantener.

Y analizando el resolver de los coletudos, decir que El Cordobés ha tenido faenas de dos tiempos con primeras de tanteo sin entrega y una vez agotado el toro con el repertorio de ranas, desplantes, alegrías varias, de cara a la galería. Bueno, qué le vamos a hacer si es un lujo que se permite al torear en tarde de poco fuste mientras apuntala, de momento, su nombre en los carteles y en la memoria del populacho.

El Fandi se le ha visto pasándolo mal en algunos pasajes de su quehacer llegando a tomar el olivo con precipitación y peligro en su segundo toro y no consiguiendo parar a cuerpo en la suerte de banderillas las embestidas como es habitual en él. Con la muleta lo de siempre: recurso de quien mucho toro lidia y mucha tarde hace el paseíllo pero sin fondo de lidia verdadera. Una pena.

Olivencia, que como empresario es de taco, con el toro ayer bajó otras tardes. Me explico porque tuvo dos caras. Una de pinturería, alegría, facilidad y valentía en su primero. Y otra de desconfianza, falta de entrega, ligazón y decisión.

Una pena, pero cada toro es una vida, un mundo, una historia, una razón. Y cada tarde una cara o cruz. En su caso como torero-empresario, una mirada a la taquilla, otra al cielo, otra al toro que no se caiga, otra al presidente, otra... Pero Olivencia ya está pensando en el próximo cartel, en la próxima localidad con fiestas, en el ganado a señalar. Ayer en El Ejido volvieron los toros, la alegría, y la esperanza. Enhorabuena a todos.

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