Medellín (Colombia) 20 Emro. Sgundo festejo. Novillos de Achury Viejo de gran presencia y juego. Indultado el quinto. Medio aforo.

Luis Miguel Castrillón, oreja y ovación.
Santiago Sánchez Mejía, tres avisos y una oreja simbólica por indulto.
David Alzate, fuerte petición y palmas.

Con un muy buen encierro de Achury Viejo, bravo, encastado, con trapío y mucho de la casa, junto a la disposición y ambición de tres jóvenes novilleros antioqueños asistimos a una importante novillada de Feria.

Luis Miguel Castrillón (nazareno, oro y detalles blancos), abrió la tarde con valor y recibió una fuertísima voltereta al recibir a porta gayola. Despojado de chaleco y chaquetilla inició una lidia vistosa por chicuelinas. Dos verónicas y media luego de la pica remataron el tercio. Ya con su chaquetilla puesta por derecha ejecutó una primera tanda muy vistosa. El novillo que tenía son fue templado por Castrillón, aunque por momentos quería ganar la acción. Con la surda los muletazos fueron de menos vistosidad por las condiciones del astado, lo que invito al antioqueño a regresar a la diestra a repetir buenas tandas. Toreo en redondo luciéndose. Hubo temple como común denominador en toda la faena. El novillo colaboró y se dejó llevar. Manoletinas ceñidas y el acero a las manos, marcando un pinchazo en lo alto en primera instancia y una estocada hasta la gamuza. Petición y una oreja muy justa.

Con el que pasaba el ecuador del festejo Castrillón salió con mucha disposición, verónicas, medias y un recorte a un novillo con mucha presencia y con buen tranco. Con la pañosa la labor comenzó con mando y el novillo no era franco y punteaba tras el paso. Luis Miguel con oficio condujo la embestida del novillo que iba sin alegría a los engaños. Al tratar con la mano izquierda el de Achury se paraba y complicaba la actuación, busco el camino el antioqueño y el negro se rajo buscando el camino a los tableros. Con el acero un pinchazo y habilidad para depositar el frio estoque que finiquito su actuación.

Santiago Sánchez Mejía (negro y azabache) sentado en el estribo espero a que se abriera la puerta del chiquero, luego con su cara recostada sobre el burladero observo la salida de su toro, el novillo no fue de muchas garantías de inicio, Sánchez ejecutó buenos lances, de lidia y no de filigrana. Con la muleta de inicio pases de temple y enseñanza. En el centro la embestida descompuesta encontró una muleta con valor a los arreones, que seguían a una escarbadera permanente del Achury. Al probar por el izquierdo el novillo salió rajado. Hubo voluntad frente a un complicado y poco colaborador novillo. La espada buscó camino en repetidas ocasiones, en varias saliéndose de la suerte dificultando aún más el trance, entre tanto sonó un aviso. El verduguillo llegó al tiempo que un segundo aviso y los fallos se eternizaron hasta el tercero y vivo a los corrales.

En quinto lugar frente a un negro Achury que era distraído lanceo y recibió un revolcón y permaneció varios segundos prendido por la hombrera llevando a los tendidos momentos de terror. Invito a banderillear a Chiricuto, Jaime Mejía y Héctor Fabio Giraldo, los tres se lucieron. Con la muleta hubo emoción, plástica y vistosidad. Muletazos de diversas facturas, pero todos con lo que el público quiere ver, torería. Al final toreo al natural con dos muletas y el toro fue indultado por el palco alto.

David Álzate (traje grosella y azabache) vio pasear en varias ocasiones a un novillo que no hacía caso a los capotes. En las primeras verónicas no se le vio mando, sin embargo, dejó en el ruedo una muy bonita media verónica. Inicio por bajo con la muleta y luego muy ceñido ejecutó una faena con personalidad y con valor, superando las falencias de la falta de oficio. Una voltereta fue el reflejo de lo mencionado. En el centro del ruedo quiso siempre llevar muy pegado a su humanidad las astas finas del de Achury. Con valor entró a matar y luego de dos intentos entró delantera y baja, petición a la disposición y vuelta muy justa.

El que cerró el festejo fue otro toro buena y corta labor con la capa. Con la muleta buenas intenciones y poco oficio fueron lo mostrado por Álzate. Un novillo encastado y con mucha clase que por momentos desbordó.

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