El mexicano Juan Luis Silis, al no estar fino con la espada, no sólo perdió una oreja, sino también el trofeo en disputa, la Oreja de Oro, en el octavo festejo de la Feria de San Marcos.

Alternó con sus compatriotas César Delgadillo, Jorge Delijorge, Antonio García "El Chihuahua", Gerardo Adame y Luis Conrado.

Delgadillo, con el que abrió plaza ha tenido destellos y se mostró muy por arriba de la reses, mató pronto y recibió palmas. Delijorge, con menos oficio que sus compañeros, estuvo con empeño, pero sin calar y mató pronto, silencio.

"El Chihuahua", con más alegría, bien con el capote y banderillas y una faena en que hubo momentos magníficos y mató de pinchazo y estocada, para dar vuelta al ruedo.

Silis realizó lo torero, lo de más calidad, y su trasteo reunió una magnífica estructuración, con series muy bien logradas y que ha sido lo más destacable. Lástima que pinchó tres veces y dos descabellos, con salida al tercio.

Adame nunca dejó de tratar de agradar, siempre con ganas y deseos, ante un toro noble pero de poca emoción. Valiente y mató de dos intentos y varios golpes de descabello, aplausos.

Conrado, como sus compañeros, hizo el esfuerzo; su enemigo, empezó bien y terminó sin chiste y parado. Mató de estocada para escuchar aplausos. Al final se indicó que el trofeo, la Oreja de Oro, quedó desierto. EFE

 

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