Ya estamos viendo las miles de motocicletas que se encuentran en nuestra ciudad, con motivo de la celebración del Campeonato Mundial de Motociclismo, que este fin de semana tendrá lugar en Jerez de la Frontera, lo que nos indica que otro importante evento de ocio vivirá nuestra ciudad.

 Cuando aún en nuestros oídos resuenan las últimas sevillanas salidas al mercado, oídas y bailadas en nuestra recientemente finalizada Feria de Primavera y del Vino Fino, nos encontramos con el rugir de los motores de explosión, que aunque suelen causar algunas molestias al vecindario, también y según dicen, dejan pingues beneficios al comercio local. Vaya pues una cosa por la otra.

 Los llamados moteros, para poder disfrutar unas horas de su hobby, tienen algunos que desplazarse miles de kilómetros con el consiguiente riesgo de sufrir graves accidentes, exponiendo su vida, por el simple hecho de hacer realidad el disfrute de su afición, que no es su profesión, quede claro, sino simplemente una afición.

 Si esto lo extrapolamos al mundo taurino,  observamos como jóvenes que han escogido libremente la posibilidad de profesionalizarse dentro del mundo del toro, salvo honrosas excepciones, no arriesgan nada para al menos demostrar al aficionado que quiere ser algo dentro de este mundillo.

 Todos somos concientes de lo difícil que es abrirse camino en esta profesión, todos conocemos y comprendemos las deficiencias y errores que cometen, dado su poco rodaje, y para eso están en esa etapa de aprendizaje, para ir poco a poco subsanándolos y perfeccionando su forma de concebir las maneras mas idóneas y necesarias para desempeñar la profesión que han elegido. El tiempo la perseverancia el cambio en su manera de vivir, dará pronto su fruto, porque esta profesión exige muchos sacrificios. Pero lo mínimo que se le puede pedir o mejor dicho exigir es su entrega y ganas de querer ser torero, que el aficionado que está en los tendidos observe que está en la línea de al menos querer ser torero, quizás mañana lo sea,  en caso contrario, quedará en la mente de los aficionados y en su propio ego, que al menos lo ha intentado.

 El escalafón taurino necesita un cambio generacional, las figuras actuales cada vez son menos y por consiguiente deben ser reemplazadas con sabia nueva. pero esa sabia debe de exponer y querer.

 Actualmente vemos como jóvenes que empiezan, cuando tienen la oportunidad de enfrentarse a un novillo, que son pocas dicho sea de paso,  se limitan a estar en la boca del burladero repartiendo instrucciones a diestro y siniestro a sus subalternos para que le sitúen el novillo en tal o cual lugar de la plaza, y es entonces cuando abandona su lugar de observación y se dirige a el en plan figura consagrada. No, esta no es la actitud a tomar, desde el primer momento debe de salir dispuesto a darlo todo, si verdaderamente quiere ser torero. Deben de pensar mucho el camino que tienen que recorrer, es largo, duro, lleno de sacrificios, dentro y fuera de la plaza.

 No os engañéis  vosotros mismos, ni a vuestros familiares y amigos, dejaros aconsejar por profesionales de reconocida solvencia y nunca por el que solo busca y pretende el protagonismo. El mundo del toro es difícil, piénsalo, medítalo y si no esta plenamente convencido, encauza tu vida por otros derroteros.

Carlos V. Serrano - mayo 2002 Tarde de Toros - Radio Puerto