![]() |
![]() ![]() ![]() |

Eso no se hace, Maestro
13 Octubre 2025El Puerto (Cádiz) Artículo de opinión de Juan M Quiros
Jamás te lo perdonaré.
¿Y ahora qué haremos sin ti?
Sin tu torería, sin tu toreo, sin ese duende que nos hacía vibrar cada tarde.
Sabíamos que este día llegaría, pero no esperábamos que fuera hoy, precisamente hoy, en el Día de la Hispanidad, después de cortar dos orejas a un toro de Garcigrande. Y te has ido como se van los más grandes: como Curro, como los elegidos. Sin avisar, sin alardes, sin alaracas, sin postureos, sin esa tourné de despedida que otros se reservan para alargar la gloria.
Te has marchado con la verdad por delante, como viviste.
Y ahora, Maestro, cuando se apague el eco de tu último paseíllo, nos daremos cuenta del vacío inmenso que dejas. Un vacío que ni a corto ni a largo plazo podrá llenarse.
Fuiste un torero de época. En tiempos de pandemia, cuando otros callaban, tú cargaste la tauromaquia a tus espaldas y la defendiste en cada plaza, con cada muletazo. Toreaste todos los encastes, en todos los ruedos, sin miedo, sin excusas. Dando la cara cuando otros ponían excusas.
Rescataste del baúl de la historia lo mejor de los grandes: de tu ídolo y espejo Joselito el Gallo y de Belmonte, de Paquiro, de Rafael el Gallo, de Reverte, de Manolete… y ayer, en tu adiós, hasta tuviste un gesto con el maestro Antoñete, vestirte de chenel y oro.
Me queda el consuelo, la dicha inmensa, de poder contarle a mis nietos que yo vi torear al más grande. Que lo vi cortar cuatro rabos —en Sevilla, en El Puerto, en Jerez y en Linares— y que estuve presente aquella tarde en la que Dios se vistió de torero, con un traje manzana y oro, en una Sevilla encendida de septiembre del 2022.
Gracias, Maestro.
Larga vida al Rey de los Toreros.
Y gracias, Dios mío, por haberme permitido vivir en los tiempos de José Antonio Morante Camacho.
Juan M Quiros

