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Arturo Macias
Solitaria oreja para Macias en León
03 Febrero 2014León (Méx) 2 Febrero. Se lidiaron ejemplares de la ganadería de Montecristo, todos de buena presencia, aunque con un juego bastante desigual y con muy poco recorrido, lo que malogró parte de la tarde.
Arturo Macias, oreja y saludos
Sebastián Castella, palmas en ambos
Arturo Saldivar, palmas en ambos
El diestro aguascalentense Arturo Macías fue el único que pudo cortar hoy un merecido trofeo, en lo que fue el séptimo festejo de la tradicional Feria de León 2014 en la Plaza de Toros "La Luz" de esta ciudad.
Macías alternó con el diestro francés Sebastián Castella y con el jalisciense Arturo Saldívar, quienes se esforzaron en aras de agradar, sin embargo, al final no pudieron redondear con sus respectivos lotes.
Arturo Macías logró una faena de riñones y valor, luego que su rival se negaba a colaborar, sin embargo, la voluntad y esfuerzo del diestro pudieron hilvanar faena y rematarla con un espadazo que le valió para cortar de forma merecida el único trofeo de la tarde.
Con su segundo burel, Macías volvió a batallar al inicio ante otro toro de poca fuerza y emotividad, y el cual de forma lenta comenzó a colaborar con los variados intentos del diestro de Aguascalientes, sufrió al matar y todo quedó en salida al tercio.
El galo Castella logró emotivos, pero aislados momentos con su primer rival, el cual vino a menos, luego de un inicio esperanzador. Tras un trasteo muy meritorio dejó pinchazo, estocada y descabello para escuchar palmas.
Con su segundo toro, Castella tampoco tuvo suerte para hilvanar algún intento de faena, a pesar que mostró empeño y mucha determinación. Luego de batallar, despachó con apuros y se retiró con algunas palmas.
Arturo Saldívar corrió con la misma suerte que sus dos alternantes, al lidiar a un toro de poco juego y lucimiento, a pesar de los variados y esforzados intentos del matador. Mató con pinchazos y espadazo y se fue con palmas.
Con el que cerró plaza, Saldívar mejoró con una faena más ajustada y ceñida, en la que hilvanó tandas bien rematadas, las cuales malogró al final de su labor, para escuchar palmas en lugar de recibir un trofeo que ya tenía ganado.
Notimex