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Leandro Marcos
Leandro Marcos y Puerto San Lorenzo, se llevan la corrida concurso de Toro
28 Agosto 2014Toro (Zamora) Toros de seis ganaderías salmantinas, que salieron de chiqueros por el siguiente orden: Montalvo, inválido; Vellosino, noble y manejable por el pitón derecho; Puerto de San Lorenzo, se movió hasta que acabó rajándose; Los Bayones, de tanta nobleza como pocas fuerzas; El Pilar, incierto; y Adelaida Rodríguez, parado. La plaza tuvo algo más de tres cuartos de entrada en tarde agradable.
Javier Castaño, silencio y oreja
Leandro Marcos, vuelta al ruedo y dos orejas.
Manuel Escribano, oreja y oreja.
En la enfermería fue atendido Leandro de "cornada en tercio inferior del muslo izquierdo, de pronóstico reservado".
Al finalizar el festejo el jurado de la corrida concurso falló los siguientes galardones: Mejor toro: Puerto de San Lorenzo; matador triunfador: Leandro Marcos; mejor banderillero: Fernando Sánchez, de la cuadrilla de Javier Castaño; y mejor picador: José Manuel Nogales, de la cuadrilla de Manuel Escribano.
El diestro Leandro Marcos, que cortó dos orejas de su segundo toro, y la ganadería del Puerto de San Lorenzo se erigieron en máximos triunfadores de la corrida concurso de ganaderías celebrada hoy en la localidad zamorana de Toro, en la que Manuel Escribano salió también a hombros.
Castaño, que tuvo que abreviar con el inválido toro de Montalvo que abrió plaza, pudo desquitarse con el cuarto, de Los Bayones, un toro con clase aunque mermado por sus pocas fuerzas, al que el salmantino pasó con cadencia y parsimonia al natural, gustándose además en los doblones por abajo con los que cerró una faena premiada con una oreja.
Leandro sorteó en primer lugar un toro noble de Vellosino, al que cuajó por el pitón derecho en una faena de aroma y torería, estropeada a última hora con los aceros. El quinto, de El Pilar, le infirió una cornada en la pierna izquierda, aunque Leandro se mantuvo en el ruedo hasta darle muerte en una faena de pundonor y raza, que tuvo el reconocimiento de las dos orejas.
El primero de Escribano, del Puerto de San Lorenzo, tuvo una engañosa movilidad, pues aunque acudía pronto al engaño siempre finalizaba el viaje mirando a tablas hasta que acabó rajándose definitivamente. El sevillano anduvo estético con el capote, variado en banderillas y muy voluntarioso en la muleta. Cortó una oreja.
El toro de Adelaida Rodríguez que cerró función fue un animal muy agarrado al piso con el que Escribano hizo el esfuerzo, logrando los pasajes de mayor transmisión en el toreo accesorio del epílogo. Paseó otro apéndice. EFE