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Juan del Alamo
Juan del Álamo corta tres orejas en una exigente corrida de "Ibán" en Arles
06 Abril 2015Arles (Francia) Toros de Baltasar Iban, bien presentados, bravos en el caballo, y exigentes, con mención al tercero y al sexto por ser los más
La plaza tuvo un tercio de entrada en tarde soleado. completos.
Manuel Jesús "El Cid", silencio y silencio.
Joselito Adame, ovación y ovación.
Juan del Álamo, oreja tras aviso y dos orejas.
El diestro Juan del Álamo cortó hoy tres orejas y salió a hombros en la exigente corrida de Baltasar Ibán que echó hoy el cierre a la Feria de Pascua de la ciudad francesa de Arles.
RAZA COMO REMEDIO A LA EXIGENCIA
Juan del Álamo se las vio en primer lugar con un bonito castaño encastado y exigente al que le plantó cara desde el primer momento. Con mucha autoridad lo sometió muy por abajo por el buen pitón derecho y aguantó las coladas cuando remató por arriba sobre el mismo pitón. Después de una estocada el toro tardó en caer, pero cuando lo hizo el público pidió la oreja.
El último de la corrida y de la feria fue otro toro bravo y encastado que tomó dos puyazos de lejos, empujando mucho en el primero, y no tanto en el segundo.
El pitón bueno era el derecho, por donde el toro humillaba mucho. Después de una primera parte de faena en modo dubitativo, Juan del Álamo echó toda la carne al asador y en tres tandas encajadas y comprometidas se metió al público en el bolsillo.
Se tiró a matar para cortar otra oreja, sinónima de puerta grande, y al final le dieron dos.
El primer toro de "El Cid" fue bravo en el caballo, aunque se paró después, midiendo lo suyo. El de Salteras (Sevilla) abrevió. No apostó del todo frente al cuarto, un "zapato" castaño que pareció tener un buen pitón izquierdo. Mató a la primera y su labor técnica y precavida fue silenciada mientras que se ovacionaba al toro en el arrastre.
El tercero fue bravo en el caballo y se desentendió después. Joselito Adame se esforzó sin lucimiento, aunque puso buena voluntad. Saludó una ovación y hubo palmas en el arrastre.
El quinto empujó fuerte en varas pero embistió después a rachas. Adame le recetó muletazos buenos, pero en algún tirón lo echó al suelo y el ritmo de la faena decayó. EFE

