Mont de Marsan (Francia) Toros de Cebada Gago, bien presentados, bravos en el caballo, y dura en términos generales. Destacó sobremanera el gran quinto, de nombre Dormilón, al que el presidente no quiso conceder la vuelta al ruedo en el arrastre. La plaza registró llenó en los tendidos.

Rafael Rubio "Rafaelillo", vuelta al ruedo y oreja.
Javier Castaño, ovación y silencio.
Pérez Mota, oreja tras aviso y palmas.

En cuadrillas, Ángel Otero y Fernando Sánchez se desmonteraron tras parear al segundo, y, a caballo, gran ovación para los picadores Juan José Esquivel en el cuarto y Tito Sandoval en el quinto.
 

Otra vez se puso en evidencia el trato injusto que se da a los toreros acartelados con las corridas duras: además de bailar con la más recelosa, no disfrutan de la misma generosidad que las figuras

Rafaelillo no faltó a su cita con la Feria de Mont de Marsan, esta vez para enfrentarse a dos complicados toros de Cebada Gago. Su primero fue bravo en el caballo pero no regaló embestidas. No se achicó Rafaelillo, que le plantó cara con su tesón habitual, y después de poderle lo mató de una gran estocada que por sí sola valía la vuelta, y a lo mejor una oreja.

El cuarto también fue bravo en el caballo y se encontró con un gran Juan José Esquivel al que derribó en el primer encuentro. En los tres siguientes el varilarguero dio la talla. Un tercio de varas para el recuerdo que puso al público en pie. No dio facilidades el 'cebada' en la muleta, y otra vez Rafaelillo hizo frente atacando en cada muletazo y aprovechando los viajes más limpios para dibujar los muletazos más estéticos. La estocada tiró al Cebada sin puntilla y el torero paseó la oreja acompañado por su picador, Esquivel, bajo una ovación atronadora.

Javier Castaño se encontró con un primer toro noblón que le permitió dibujar sus tres mejores tandas por el pitón derecho. Se abandonó y el toro lo prendió de forma dramática, aunque sin consecuencias. La estocada cayó baja y el público invitó al torero a saludar. Frente al gran 'Dormilón', Tito Sandoval se lució en un gran tercio de varas. 'Dormilón' siguió embistiendo con calidad y hondura, y de no haber pinchado al entrar a matar, Castaño hubiera tocado pelo.

Pérez Mota ratificó la calidad de su toreo frente al tercero, al que supo meter en su muleta y cuajar por el pitón derecho. Recibió una voltereta en las manoletinas finales y entró a matar como una vela, lo que le permitió cortar una oreja.

El sexto no permitió mucho. Pérez Mota lo intentó todo, pero no pudo conseguir lucimiento. EFE