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Indulto de Ponce, a hombros con Luque en la Belmonte
03 Diciembre 2015Quito (Ecuador) Miércoles, 2 de diciembre de 2015. Plaza de toros Belmonte. Feria del Centenario. Toros de Triana, correctos de presentación y de buen comportamiento en términos generales. El tercero de nombre “Lanudo”, nº 335, fue indultado. Entrada: Tres cuartos.
Enrique Ponce: Vuelta al ruedo y dos orejas y rabo simbólicos;
Daniel Luque: Oreja en ambos
Incidencias: No se dio muerte a los toros en el ruedo, tal y como prohibe la ley en Ecuador.
Enrique Ponce ha conseguido un triunfo histórico en la corrida nocturna celebrada en la Plaza Belmonte de Quito, un festejo especial que ha conmemorado el centenario de este coso. El maestro ha indultado un toro de Triana, la ganadería de José Luis Cobos, después de torearlo a placer en una de esas faenas sinfónicas en las que hace de todo y todo lo hace bien. Indulto número 43 de su carrera. La afición ecuatoriana, a la que han querido privar de una de sus pasiones, disfrutó de un espectáculo total, un faenón de los históricos que terminó con el perdón de la vida para el animal, la demostración de que la Fiesta es magnánima y justa.
En el primero de su lote, del hierro de Huagrahuasi, Ponce comenzó toreando muy bien con el capote de salida a la verónica y en un posterior quite por chicuelinas. La faena de muleta también comenzó con buen tono, dando Ponce excelentes muletazos, pero el toro se orientó, quedándose a mitad de su embestida e impidiendo un mayor lucimiento. Ponce dio la vuelta al ruedo en este.
Pero el summum de su toreo llegó en el segundo de su lote, un toro de Triana que fue un gran colaborador y al que Ponce cuajó de principio a fin. El toro tuvo la virtud de embestir con temple y Ponce aprovechó esta condición para torear muy despacio, a cámara lenta. De esta forma comenzó la faena sacando al toro al tercio con preciosos muletazos por alto, cambios de manos y pases de pecho. Una vez allí, y desde el primer momento, el torero se abandonó a su arte y toreó relajado, despacio, llevando el toro hacia atrás. Fue auténtico toreo a compás dejándole la muleta puesta y ligando redondos de cartel de toros. Impresionante faena que caló profundamente en el tendido, que la siguió con auténtica pasión. También por el izquierdo hubo tandas muy buenas y Ponce se explayó en la variedad, con un seis en uno, poncinas, roblesinas, toreo de frente… Un auténtico recital que continuó después de que el toro fuera indultado con veinte muletazos más que fueron el acabose. El premio fueron las dos orejas y rabo simbólicos y el perdón de la vida para este toro de Triana que supone el indulto número 43 para el maestro.

