Noticias |
Cartagena, Galán y Leonardo ponen el broche triunfal a la feria de Cuenca
24 Agosto 2016Cuenca. Seis toros para rejones de Benítez Cubero, desiguales de presentación y de juego también variado. Los mejores, primero, tercero y sexto. La plaza ha registrado tres cuartos de entrada en los tendidos.
Andy Cartagena, oreja y oreja.
Sergio Galán, oreja y oreja.
Leonardo Hernández, dos orejas y oreja.
Los rejoneadores Andy Cartagena, Sergio Galán y Leonardo Hernández ha salido a hombros por la puerta grande después de haberse repartido siete orejas en el triunfal y rotundo punto y final a la feria taurina de San Julián de Cuenca 2016.
LA PLENITUD DE LEONARDO
Pleno de triunfos a caballo para echar el cierre a la feria de San Julián de Cuenca 2016. Los rejoneadores Andy Cartagena, Sergio Galán y Leonardo Hernández han compartido la foto de la puerta grande, aunque en la tarde ha habido diferencias muy notables entre las actuaciones de unos y otros.
La diferencia la ha marcado Leonardo Hernández, que ya en su primero ha logrado las dos orejas después de hacer las delicias del respetable con una faena plena y rotunda de principio a fin, muy bien resuelta en todos los tercios, aunque lo más brillante lo lograra a lomos de "Amatista" en banderillas y con "Xarope" en un fin de obra de muchísima altura.
Y otra oreja más ha paseado Leonardo del sexto, otro toro de notables posibilidades con el que el joven jinete extremeño ha vuelto a causar sensación sobre "Xarope" y "Sol". Le ha faltado mayor contundencia con el rejón final de ahí que el premio haya quedado esta vez en singular.
Andy Cartagena ha rayado a buen nivel con el toro que ha abierto la corrida, que ha tenido movilidad y buen son, y al que ha cuajado en una faena sobria y sin excesivos alardes, en la que los mejores momentos han llegado sobre "Picasso" en banderillas.
El cuarto, en cambio, ha sido un animal de lo más remiso, de ahí que el jinete de Benidorm (Alicante) haya tenido que recurrir a un rejoneo más artificial y heterodoxo para lograr, al igual que en su anterior turno, una oreja que le asegurara la salida a hombros.
Sergio Galán ha tenido que tirar de oficio y de raza para imponerse a un lote de lo más deslucido.
Tanto en su zambombo y aplomado primero, como en el descastado y remiso quinto, el jinete de Tarancón ha tenido que poner todo de su parte, y de su cuadra, para lograr algo potable, y, aunque ninguna de las dos faenas ha tenido apenas relieve por la nula colaboración de sus enemigos, sus paisanos le han recompensado el esfuerzo con una oreja de cada astado, salvoconducto para la puerta grande. EFE