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Ángel Jiménez
Vuelta al ruedo para Ángel Jiménez en la primera del Zapato de Oro de Arnedo
27 Septiembre 2017Arnedo (La Rioja) Novillos de El Pilar, el quinto como sobrero, desiguales de presentación, muy poco ofensivos por delante, y de juego también variado. Los mejores, el noble primero y el encastado tercero, que lució un gran pitón izquierdo. La plaza ha registrado un cuarto de entrada en los tendidos.
Ángel Jiménez: dos pinchazos y estocada desprendida (vuelta al ruedo tras aviso); y pinchazo y media (silencio tras aviso).
Antonio Catalán "Toñete": estocada perpendicular (silencio); y pinchazo y estocada desprendida (silencio tras aviso).
Pablo Mora: dos pinchazos, media y tres descabellos (silencio tras aviso); y estocada (palmas en la despedida).
En cuadrillas, buenos pares de Raúl Adrada al segundo, aún sin llegar a saludar.
Ángel Jiménez ha dado la única vuelta al ruedo del festejo con el que se ha inaugurado hoy el prestigioso certamen del "Zapato de Oro" de Arnedo (La Rioja), en el que tanto Antonio Catalán "Toñete" como Pablo Mora se han ido de vacío con un variada y poco ofensiva novillada de El Pilar.
SOLO FOGONAZOS PARA EMPEZAR
Ángel Jiménez sorteó en primer lugar un novillo muy noble con el exhibió el empaque y el gusto de sus formas, sobre todo al natural, en una faena de largo metraje y con un buen hilo argumental, aunque, al final, lo emborronó todo con los aceros, cambiando una más que posible oreja por una vuelta al ruedo de consolación.
El cuarto fue un novillo con más motor, aunque también acabaría apagándose al final de su lidia. Jiménez anduvo aquí más intermitente a lo largo de una labor que nunca llegó a coger altura.
Toñete fue todo disposición con un primero de su lote de poca entrega, con el que estuvo muy "en novillero", pero sin resolver adecuadamente en lo artístico.
El quinto fue devuelto al inutilizarse durante la lidia, pero antes de eso le dio tiempo a arrollar al subalterno Raúl Adrada. Después fue sustituido por un sobrero del mismo hierro, que fue un auténtico "barrabás" desde que se hizo presente en el ruedo y también echó a Gómez Escorial en banderillas, en lo que fue el otro susto de la tarde.
Firme y valiente, "Toñete" no le volvió la cara a la adversidad, al contrario, tiró de arrestos para, si bien no lograr nada del otro mundo en lo artístico, mostrarse sobradamente por encima de la situación.
El primero de Pablo Mora fue el novillo más importante de la función, un animal que se vino arriba en el último tercio, demostrando muy buena condición por el izquierdo. Mora lo entendió y hasta le pegó naturales de muy buena firma, pero acabó atascándose en la suerte suprema.
El sexto, por su parte, fue el más deslucido. Ni humillaba ni se desplazaba, protestando siempre a base de tornillazos. Mora no pasó de voluntarioso. EFE