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Reaparece Víctor Puerto y triunfa en Medellín junto a "El Juli"
24 Enero 2010
FICHA DEL FESTEJO
Medellín (Colombia). Sábado 23 enero.Seis toros de Ernesto Gutiérrez (procedencia Murube-Santa Coloma), que cumplieron en presentación para el baremo de la plaza y resultaron desiguales en juego, con poca fuerza en su mayoría.
El primero tuvo transmisión por el derecho, noble rajado el segundo, fue probón sin recorrido el tercero, el cuarto noble y al límite de raza, el quinto también noble aunque distraído y el sexto distraído y sin casta.
Víctor Puerto: Estocada caída (oreja) y metisaca en los bajos y estocada (vuelta).
"El Juli": Pinchazo, estocada trasera y tres descabellos (ovación) y pinchazo y entera (dos orejas).
El colombiano Luis Bolívar: Estocada (silencio) y estocada (silencio).
La plaza registró tres cuartos de plaza en tarde con nubes.
El banderillero Ricardo Santana saludó tras gran tercio con los palos.
CRONICA DEL FESTEJO
El diestro español Víctor Puerto reapareció en los ruedos tras una ausencia de tres años y lo hizo con un toreo aseado, lejos del alarde y convenciendo a un público fiel, en una tarde en la que su compatriota Julián López "El Juli cortó dos orejas.
El cielo lució encapotado más no se notó. La Plaza de Medellín tiene una cubierta que aisla el festejo de las inclemencias climáticas. Si estaba abierta o cerrada nadie se dio cuenta pues los toreros salieron dispuestos y la gente se divirtió.
Con gusto recibió a su primero Víctor Puerto, estuvo sobrio, toreando con gusto siempre y muy templado, sobresaliendo los muletazos por la derecha ante la transmisión del ejemplar.
En el cuarto, el torero madrileño cuajó cuatro verónicas despacio, para enmarcarlas ante la embestida suave del animal. Su inicio, sin hacer alarde de ello, fue con un cambiado en las tablas, de aquellos que propinaba Antonio Bienvenida. El toro lo tomaba a veces rebrincado, otras compuesto, pero siempre a punto de rajarse, sin denotarlo, fiel a ese dulce equilibrio de este encaste. Lástima que se le fuera la espada por un rincón innoble.
"El Juli" estuvo en su primero primoroso por delantales tras meterlo en el capote frente a la falta de fuerzas del toro y la falta de raza que acusaría nuevamente a la mitad de faena. Las orticinas del quite fueron bellas, girando sobre los talones suavemente.
Con la muleta, el torero madrileño lo sobó primero, sin exigirlo para después rematarlo atrás de la cadera. Los naturales fueron de uno en uno, el toro abrazaba ya la huida, teniendo los últimos el pulso firme y exigente propio del torero de Velilla de San Antonio.
Cerró su faena malograda con la espada con redondos invertidos, tres redondos, con otros tantos toques para evitar que el toro cejara en su empeño vago de coger la muleta.
En el quinto, lució también con gran frescura y el poderío que le es propio, ante un toro noble, que tomaba la muleta con un punto de aspereza que Julián fue suavizando.
Luis Bolívar se llevó con diferencia el peor lote. Intentó tirar de su primero, geniudo, al que había recibido con una larga de rodillas. Fue probón el toro y con decreciente recorrido cosa que el público no entendió.
En el último, que fue complicado y fue distraído como un reptil, el caleño lo intentó, derrochando ganas que no bastaron pues el público estuvo también inclemente con él.
EFE. Baldomero Cáceres Vegas