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Juan Ortega, de la Grada 4 a la Puerta Grande de Jerez
23 Julio 2021Plaza de toros de Jerez de la Frontera. Se han lidiado seis toros de Jandilla (1º y 5ª devueltos por falta de fuerza y sustituidos por los correspondientes sobreros), con una presentación acorde a la plaza pero bajos de casta y que se apagaron al final de las faenas. Los diestros actuantes fueron “El Juli (sangre de toro y oro): saludos y oreja; Juan Ortega (botella y oro): oreja y oreja; Roca Rey (“Chenel” y oro): silencio y oreja con petición de la segunda, no atendida con acierto por la presidencia.
Se desmonteraron tras parear al quinto Andrés Revuelta y “Perico”. Al romperse el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Borja Domecq, Carmen Fernández (esposa del maestro “Jerezano”), Teodoro Matilla y las victimas del Covid 19. Tras el respetuoso minuto de silencio sonó el Himno de España. La plaza cubrió el aforo limitado a causa de la pandemia, cumpliéndose siempre las medidas sanitarias impuestas.
Por fin toros en Jerez, tras la suspensión de las corridas y la Feria del Caballo 2021, la Casa Matilla prometió dar los festejos en el último fin de semana de julio, y así ha sido. El público ha acudido a la cita con ganas de toros y con una benevolencia extrema para que el festejo de hoy fuese triunfal. Es una pena que una plaza con la solera que tiene la de Jerez de la Frontera, se haya convertido en un coso en el que los toreros triunfan sin escuchar ni un solo “Olé” en sus faenas de muleta. Los diestros solo han tenido que escuchar tibias palmas en los remates de cada serie, y tumbar al toro con la espada para conseguir triunfos. Pero no todo va a ser negativo, os puedo asegurar que muchísimos jóvenes han estado hoy sentados en los tendidos y gradas de la Plaza de la calle Circo, con un poco de educación taurina seguro que muchos de ellos se harán grandes aficionados.
“El Juli”: El primero de la tarde de nombre fue devuelto a los corrales por falta de fuerzas y saltó al ruedo en su lugar el primer sobrero. “El Juli” no pudo lucirse con el capote dada la poca fijeza del toro en el percal. Comenzó la faena de muleta por bajo llevando muy toreado al Jandilla. Prosiguió la faena con la mano derecha llevando siempre tapada la cara del toro. Cambió la muleta a la mano izquierda pero no logró acople con el astado ya que no rebosaba en las embestidas por ese pitón. De nuevo cogió la pañosa con la diestra para lograr las dos series más completas de su faena. Tras una estocada cortó una oreja.
En el cuarto tampoco se sintió a gusto con el percal. Tan solo se gustó en el quite por chicuelinas rematadas con media a pies juntos. Empezó con la franela con torerísimos ayudados por bajo. Siguió la faena con la derecha templando las embestidas del toro. Por el pitón izquierdo el cornúpeta protestaba y echaba la cara arriba, por lo que el diestro desistió torear al natural. Prosiguió por el pitón derecho en una faena larga de series cortas y que en la que en momentos faltó conexión con el respetable. Tras una estocada que despertó al público le fue concedida una oreja,
Juan Ortega: Antes de comenzar mi crítica de las faenas del buen torero sevillano, quiero explicar el titular de esta crónica “Juan Ortega, de la Grada 4 a la Puerta Grande de Jerez”. Resulta que en la Feria del Caballo de 2019, el buen torero sevillano aún no había pegado el salto que lo ha catapultado a las grandes ferias y a los grandes carteles, por eso presenció las corridas de dicha feria en la última fila de la Grada 4 acompañado de un nutrido grupo de amigos que seguramente sean los mismos que hoy lo han sacado a hombros. Hay que matizar que aunque por motivos de la pandemia no ha abierto la Puerta Grande y se ha tenido que conformar con salir por la de cuadrillas, simbólicamente y estadísticamente si ha sumado su primera Puerta Grande en Jerez.
Ortega recibió a su primero con prim
orosas verónicas jaleadas por el público. Con la roja comenzó por bajo. El Jandilla tenía nobleza pero falta de raza y entrega. El matador derramó “sevillanía” para suplir los defectos antes mencionados. El toreo en redondo fue lo más lúcido de la faena, con series a compás. Pero también hay que destacar los naturales “de uno en uno” ya que el astado no le dejaba ligar las series. Faena de torería que culminó con una estocada, cobrando una oreja para su esportón.
El quinto de la tarde fue devuelto por carencia de fortaleza, no sin antes propinarle el toreo un bonito ramillete de verónicas. Al sobrero no pudo lancearlo a gusto ya que se quedaba abajo del capote. Si le interpretó un buen quite por chicuelinas. El astado tampoco derrochó clase en la pañosa ya que carecía de raza y no rebosaba. Ortega intentó sacar agua de un pozo seco, toreando a media altura y dejando algunos pases de calidad. Tras un espadazo cortó una oreja.
Roca Rey; Lo único que se puede destacar de su faena con el capote al tercero de la tarde es el quite por saltilleras que interpretó en la boca de riego de la plaza. Comenzó la faena por estatuarios. Prosiguió con la derecha con unas series muy en línea. Poco a poco el del hierro de la estrella se fue apagando y el colombiano no pudo exprimirlo al máximo. Con la espada estuvo mal y su actuación fue silenciada.
El sexto de la tarde tampoco fue un lechado de bravura. La faena de capote no pasará a la historia, más bien dicho no hubo faena de capote. El toro fue difícil de lidiar y banderillear ya que estaba loco por huir de la pelea. Con la muleta comenzó por alto pegados a tablas. Su faena la cimentó con la mano derecha, logrando que el toro solo viese la tela carmesí y con ello evitando que saliese suelto al final de las series. Finalizó la faena con ceñidas benardinas y con una buena estocada. El público le concedió una oreja y el presidente, pese a la intensa petición del respetable y acertadamente, no premió al torero con la segunda, hay que recordar que según el Reglamento Taurino el dar la segunda oreja es potestad del Presidente.
Luis Ángel Iñigo.