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Puerta grande para Diego Ventura
17 Septiembre 2010Guadalajara. Primer festejo de la feria. Con dos tercios de plaza se han lidiado toros de Soto de la Fuente
Sergio Galán, oreja y ovación;
Diego Ventura, oreja y dos orejas y
Joao Moura hijo, oreja. y ovación
VENTURA, BIEN O MAL, SIEMPRE GUSTA
Galán hizo el rejoneo más puro de la tarde, mejor en su primera faena, templando muy bien las embestidas del toro en galopes a dos pistas, y destacando sobremanera con "Vidrié" en banderillas. Final con carrusel de tres cortas y efectividad con el rejón de muerte dieron paso a una oreja.
Pudo haber redondeado Galán el triunfo en el cuarto de no haber fallado en la suerte suprema. La faena, sobria y elegante, fue de alta nota. Pero, ya está dicho, lo echó todo al traste al final.
Ventura apostó con su primero, que de salida pareció más remiso que sus hermanos, pero al que a base de exponer, llegarle mucho y arriesgar en la cara consiguió meter en el canasto.
Con el quinto no estuvo tan comprometido Ventura, que llevó a cabo a una faena breve, sin sobrepasarse en adornos ni alardes, en la que destacó con los caballos "Nazarí" de salida y "Ginés" en banderillas. Y como mató otra vez a la primera, esta vez cortó dos orejas.
"Nazarí" de salida y "Ginés" en banderillas lo más destacado. Seguro y dominador. Pero esta vez no tuvo tanto
Bien Ventura, por la capacidad y arrojo que echó. Con "Morante" y sus modiscos hizo las delicias de los tendidos, y un final sobre "Califa" parando al toro en los medios para poner tres cortas y adornarse con la suerte del "teléfono". Mató a la primera y paseó un trofeo.
Moura, hijo estuvo correcto e impecable en su primera faena, sin embargo su rejoneo, más frío, no llega tanto a los tendidos. Pero al final la efectividad con el rejón de muerte le valió una oreja.
Con el sexto, un zambombo de seiscientos veinte quilos, mejoró su versión Moura, de nuevo pulcro y muy seguro, pero esta vez luciéndose más y llegando también en mayor medida a la gente, sin embargo, sorprendente fue que tras matar a la primera no le pidieran la oreja.
EFE