Antequera. Se lidiaron seis toros de Lora Sangrán, terciaditos, pero noblotes y, menos el quinto, permitiendo el lucimiento de los toreros, mientras tuvieron fuerzas. Media entrada.

Finito de Córdoba, ovación y oreja;
Salvador Vega, ovación y ovación y
Manuel Escribano, dos orejas y oreja.

Juan Serrano "Finito de Córdoba", que recibió del alcalde de Antequera Manuel Barón una placa en conmemoración de sus veinte años de alternativa, fue muy aplaudido en el primero, del que se le pidió la oreja, saludando desde el tercio; se lució en su segundo al que cortó una oreja.

Salvador Vega, hizo una gran faena a su primero, pero lo estropeó con la espada, al lesionarse en la mano derecha, un tercio y varios descabellos, escuchando un aviso, a pesar de lo cual fue muy aplaudido. En su segundo, el peor toro del encierro, no pudo más que derrochar voluntad, pero nada más. Silencio.

Manuel Escribano, fue el triunfador de la tarde. Recibió a su primero a portagayola, se lució en banderillas, el último par desde el estribo, y estuvo variado y artistas con la muleta. Gran estocada, que le vale dos orejas. En su segundo al que recibe con una larga de rodillas, se luce con el capote, y en banderrillas, con tres pares muy arriesgados, el último "al violín".

Con la muleta, recibe al toro con tres estatuarios en el platillo, sin inmutarse, para luego continuar con faena con las dos manos, adornos y desplantes, en uno de los cuales el toro le revuelca sin consecuencias.

Se levanta hecho una furia y vuelve a estar valiente y variado, matando de una estocada que le vale una oreja y la salida a hombros por la puerta grande. EFE