Nimes (Francia). Festejo matinal. Quinta de la Feria de Pentecostés. Más de tres cuartos de plaza. Toros de Carmen Lorenzo, segundo y quinto, y San Mateo, así como un sobrero de Torrehandilla, primero. Manejables en su conjunto y justos de casta, muy bueno el quinto.

Juan José Padilla, ovación y oreja;
Juan Bautista, oreja y dos orejas;
El Cid, oreja y ovación.

Juan Bautista fue el claro triunfador del festejo. Al segundo de la tarde, bonito como todos sus hermanos, y justito de raza aunque bravo, le cortó una oreja después de una faena marcada por su clasicismo un tanto frío y de dejar una buena estocada.

Mientras que con quinto, el mejor del lote y del que se hizo con los dos apéndices, montó un espectáculo completo, banderillas incluidas.

Juan José Padilla, vio como se inutilizaba su primer oponente, sustituido por uno de Torrehandilla, de embestida alegre pero de calidad irregular. La faena fue laboriosa.

Al cuarto, que toreo con una muleta blanca - qué cosas las de los toreros mediáticos - intentó sacarle partido a pesar de su sosería.

"El Cid hizo una faena técnica al tercero, noble sin mucho gas y poca codicia, y lo mato bien lo que le valió la oreja. Frente al último, noble también, emborronó una faena medida y de buen gusto con el mal uso de la espada. EFE