Olivenza (Badajoz) Ültima de feria. Cinco toros de Zaluendo, de correcta presentación salvo el más terciado primero, y un sobrero de Gracigrande, lidiado en cuarto lugar. Corrida descastada y con complicaciones derivadas de la mansedumbre y del instinto defensivo. La plaza se llenó en tarde fría y lluviosa.



 

José Antonio "Morante de la Puebla": estocada caída y descabello (silencio); y pinchazo y media estocada (ovación).
José María Manzanares: estocada delantera (silencio); y gran estocada (ovación).
Alejandro Talavante: pinchazo, estocada corta y descabello (silencio); y pinchazo y buena estocada (oreja).

En cuadrillas, saludaron en banderillas Juan José Trujillo y Luis Blázquez; y a caballo, destacó Barroso, hijo picando al quinto.

El generoso esfuerzo de Alejandro Talavante ante un lote de muchas complicaciones fue recompensado con la única oreja concedida en la corrida que cerró la feria taurina de Olivenza (Badajoz), condicionada por el descastado juego de los toros de Zalduendo.

ENTREGA FRENTE A MANSEDUMBRE

Las tres figuras que hoy abrieron su temporada 2013 en Olivenza tuvieron que hacer visibles esfuerzos para remontar el descastado y complejo juego de una decepcionante corrida de Zalduendo.

Tanto "Morante de la Puebla" como José María Manzanares pusieron mucho empeño ante lotes poco o nada agradecidos. Pero fue Talavante quien tuvo que poner más carne en el asador ante dos toros realmente complejos, con una embestida bronca y a la defensiva, a los que se impuso con firmeza y entrega.

Y lo consiguió tanto con uno como con otro, dos ejemplares de comportamiento muy similar, de cortas y bruscas embestidas, aunque con la movilidad como única virtud. El sexto tuvo además una defensiva agresividad que añadió aún más peligro a su lidia.

Si el extremeño sólo le cortó una oreja al sexto fue porque acertó antes a dejar la espada en su sitio que en el turno anterior. Pero ambas faenas tuvieron un mismo planteamiento de firmeza, aguante y serenidad, hasta el punto de sacar muletazos con un mando y un recorrido insospechados antes de que las iniciara.

La actitud de Talavante en esta primera cita de la campaña española dejó ver con claridad el responsable talante con que la encara.

El esfuerzo de "Morante" vino por la vía del empeño, algo no muy común en este torero. Y no con su deslucido y débil primero, con el que no perdió el tiempo innecesariamente, sino con el sobrero de Garcigrande, un animal de muy poco celo en unas embestidas a las que el torero de la Puebla intentó poner el ritmo y la chispa que les faltaron, pero sin redondear los muchos detalles de calidad que fue salpicando por la arena.

Manzanares no consiguió desengañar a su primero de sus irrefrenables deseos de huir a las tablas, negado totalmente a la pelea. Así que, inédito en el primer turno, el alicantino buscó desquitarse con el quinto en un trasteo de largo metraje. Pero el descastado animal no respondió positivamente a la entrega del alicantino.

Lo mejor de la tarde de Manzanares fue, sin duda, la limpia y contundente estocada con que cerró su primera actuación de la campaña 2013. EFE