Nîmes. (Francia)  Toros de Miura, muy bien presentados y de juego variado. Los mejores, el cuarto y, sobre todo, el excelente sexto, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. El resto, complicados. La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada.

Antonio Ferrera: pinchazo y estocada (vuelta tras petición); estocada caída (silencio); y pinchazo y estocada (oreja tras aviso).
Javier Castaño: estocada contraria y tres descabellos (ovación), dos pinchazos y estocada (ovación); y estocada (dos orejas).
En cuadrillas, gran tercio de varas de Tito Sandoval en el sexto, en el que saludaron montera en mano en banderillas David Adalid y Fernando Sánchez.

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del picador André Floutié "Fritero" fallecido la pasada madrugada.
 

El diestro Javier Castaño fue el gran triunfador del festejo vespertino de Nimes al cortar las dos orejas de un toro de vuelta al ruedo de la ganadería de Miura, en una tarde en la que Antonio Ferrera paseó también un apéndice.

LA COMUNIÓN TOTAL DE TORO Y TORERO

Antonio Ferrera se las vio primero con un toro de Miura que se dejó torear dentro de sus complicaciones. Faena de profesional curtido, muy centrado en todo momento.

El segundo de su lote se lastimó la mano derecha, razón por la cual, de mitad de faena para adelante, el buen nivel alcanzado por el torero bajó.

El quinto pecó de poca raza y desarrolló sentido. Muy bien Ferrera a lo largo de una faena de dominio y poderío durante la cual se entregó en cada momento. Cortó una oreja.

Empezó Castaño con un toro muy complicado y con sentido, que siempre le buscó detrás de los engaños y sin humillar nunca. Se la jugo el torero a lo largo de una faena muy intensa, y de haber matado mejor podía haber tocado premio.

El segundo de su lote, y cuarto de lidia, fue un toro completo frente al cual Castaño realizó una faena de alto nivel, pero volvió a fallar en la suerte suprema.

El premio gordo le tocó con el último de la corrida, "Remontito", número 78, 645 kilos en la tablilla, que tomó cuatro puyazos de largo (el último al regatón) por parte del picador Tito Sandoval que fue muy ovacionado e hizo sonar la música. Muy ovacionados fueron también David Adalid y Fernando Sánchez en el tercio de banderillas.

El toro se entregó de verdad y Castaño aprovechó sus buenas embestidas en una faena llena de maestría y entrega. Dos orejas de ley, y vuelta para ese gran toro. EFE