Mont de Marsan (Francia) Toros de Cebada Gago, bien presentados, bravos en el caballo, y dura en términos generales. Destacó sobremanera el gran quinto, de nombre Dormilón, al que el presidente no quiso conceder la vuelta al ruedo en el arrastre. La plaza registró llenó en los tendidos.

Rafael Rubio "Rafaelillo", vuelta al ruedo y oreja.
Javier Castaño, ovación y silencio.
Pérez Mota, oreja tras aviso y palmas.

En cuadrillas, Ángel Otero y Fernando Sánchez se desmonteraron tras parear al segundo, y, a caballo, gran ovación para los picadores Juan José Esquivel en el cuarto y Tito Sandoval en el quinto.
 

Cinco toros de Victoriano del Río y un sobrero -el cuarto- de Juan Pedro Domecq, bien presentados y manejables en distintos grados. La plaza rozó el lleno en los tendidos, en una tarde en la que molestó el viento.

Enrique Ponce: oreja tras aviso, vuelta al ruedo tras aviso y oreja tras aviso.
Iván Fandiño: oreja tras aviso, ovación y dos orejas.

Los dos toreros salieron a hombros envueltos por el entusiasmo general y acompañados por el mayoral, algo que pareció exagerado.
 

Toros de Juan Pedro Domecq, de variado comportamiento. Noble aunque sin fondo, el primero. Reservón y con "guasa", el segundo. El tercero fue bueno mientras duró. Con buen son, el cuarto, que se desfondó pronto. De poca duración, el quinto, mientras el último fue el mejor de la corrida con diferencia. La plaza registró lleno de "no hay billetes".



Juan José Padilla, palmas y oreja.
José María Manzanares ovación y ovación.
Thomas Dufau, ovación y oreja.
 

Mont de Marsan (Francia) Toros de Garcigrande, bien presentados, bravos en el caballo y de interesante comportamiento en la muleta. Parado, el primero; con calidad pero sin transmisión, el segundo; con clase y movilidad, el buen tercero; con embestidas profundas por el pitón izquierdo, el cuarto; encastado y con movilidad, el quinto; y deslucido, el sexto. La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde nublada.



Diego Urdiales, palmas y ovación.
Miguel Ángel Perera, ovación tras leve petición y silencio.
Alejandro Talavante, ovación tras petición y división de opiniones.