Toros Notables

Entrega número 37 - Recapitulación Letra "A" (III)

 

Toros de vuelta al ruedo:

De los 434 toros con la letra inicial A en su nombre, fueron un total de 74 astados, llamándose el primero de la relación por orden alfabético Abalorio, novillo marcado con el número 6, de la divisa de don Francisco Ramírez, que fue lidiado en sexto lugar en el corrida celebraba en la Plaza de Toros Vista-Alegre de Bilbao el (03-04-1955), que por su bravura se le concedió tal; y el último Azuceno, de pelaje castaño aldinegro, herrado con el número 70, perteneciente a la ganadería de doña María Montalvo, fue corrido el (13-09-1953) en la Plaza de Toros de Uriel (Valencia).

Sólo tres, después de ser arrastrados, dieron la vuelta al ruedo el matador y el ganadero: Abogado, de la ganadería mexicana de don Manuel De Haro, la tarde del (04-11-1973), fue tan extraordinario que Eloy Cavazo -para lograr semejante triunfo era un consumado especialista-, y el ganadero dieran una vuelta triunfal al ruedo; Apostador, lidiado por Curro Rivera, en la Feria de Aguas-calientes, del Lic. Alberto Bailleres, el (25-04-1976), fue un toro extraordinario, bravo y noble como los escogidos, se le dio al astado, en recompensa a sus muchos merecimientos, un arrastre lento, con dos vueltas al anillo para el torero y una de ellas acompañado del ganadero; Aviador, el (06-12-1966), en Quito (Ecuador), de la ganadería mexicana de Zacatepec, propiedad de don Daniel Muñoz, lidiado por el famoso diestro hispano Antonio Ordóñez, ante el entusiasmo de la multitud, dieron la vuelta al ruedo el referido torero y el ganadero don Mariano Muñoz.

Solamente dos toros, después de ser arrastrados, dieron la vuelta al ruedo el matador y el mayoral de la ganadería: Adiestrado, corrido en la Plaza de Toros de Alicante el (24-06-1949) y alcanzó tal altura con su incomparable bravura y nobleza, que además de la vuelta toda la concurrencia obligó a que el mayoral de la ganadería recorriera el redondel bajo una lluvia de aplausos; Alevoso, de bella estampa, de la divisa mexicana de don Enrique Manero Peón, lidiado “Plaza México” la tarde del (30-10-1949), que el mayoral de la ganadería salió a hombros de la Plaza al terminar el festejo.

Entre los que dieron dos vueltas al ruedo y fueron considerados los más bravos de la temporada correspondiente figuran: Africano, que el (14-12-1924), recibió el homenaje de toda la plaza, que lo aclamaba sin cesar, siendo considerado como el toro más bravo de la temporada;; Algarrobito, del ex matador de toros Domingo López Ortega, en la Plaza de Toros de Segovia, el (01-09-1968); Arriero, corrido el (28-05-1929), en Córdoba, dos toros notables: el citado Arriero, berrendo en negro, de la vacada de don Antonio Natera Junquera -su antigüedad en la Corte de el (27-09-1921), que hizo una magnífica pelea en todos los tercios, mereciendo que le diesen dos vueltas al ruedo durante el arrastre; y Dulcero, que resultó bravísimo y noble en la pelea, mereciendo dos vueltas al ruedo durante el arrastre.

Entre los astados, que además de una vuelta recibieron un trofeo o premio figuran: Abrileño, corrido en cuarto lugar, el (27-04-1974), de la divisa de Torrestrella, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, además de la vuelta se le concedió el trofeo al toro más bravo de aquella Feria de Abril sevillana. (Foto en T. V, pág. 351); Afanoso, del marqués de Domecq, lidiado en sexto lugar en la Corrida-concurso de ganadería celebrada en la Plaza de Toros de Jerez de la Frontera el (09-09-1956). Se le concedió al ganadero un “Catavino de Plata”; Agosteño, que el día (19-09-1992), perteneciente a don Félix Hernández Barrera, en la Plaza de Toros de Almodóvar del Campo, se le concedió el Trofeo Club Taurino de Almodóvar del Campo al mejor novillo de la feria.

Agualimpia, de la divisa jerezana de Torrestrella, corrido en la Plaza de Toros de Valladolid el (23-09-1994), fue premiado con el Trofeo Campo Grande al mejor toro de la Feria de San Pedro Regalado; Alabardero, la tarde del (29-07-1989), se le otorgó el Trofeo Nuevo Casino Tudelano al mejor toro de la feria de la localidad. Correspondió lidiarlo a Juan Mora, que le cortó las dos orejas; Albito, lidiado por Alejandro Silveti, la tarde del (30-08-1995), de los Herederos de don José Cebada Gago, los jurados de la Peña El Rescoldo y la Asociación Taurina Cultural Tierra de Toros le otorgaron los trofeos destinados a premiar el mejor toro de la importante feria local (Colmenar Viejo, Madrid); Ambateño, de la ganadería colombiana de Ambaló, lidiado la tarde del (10-12-1995), en la Plaza de Toros de Palmira (Colombia), se le premió con el Trofeo al mejor toro de la feria de aquella ciudad; Asustadito, de los señores Guardiola Domínguez, corrido en el coso de Zaragoza el (13-10-1991), al que por su elegante jechura, bravura y aquilatada nobleza se le adjudicó el Trofeo de la Peña Taurina La Madroñera al toro más bravo de la Feria del Pilar; Azafranero, que 1939, en la plaza de El Toreo de la Condesa (ciudad de México, D.F.), de la ganadería mexicana de don Ernesto Cuevas, fue considerado por los buenos aficionados de esa época, como prototipo de bravura y nobleza, y el más bravo de la temporada.

Corridas hubo en que a dos o tres toros le dieron la vuelta al ruedo, tal fue el caso de Adivino, con otros dos compañeros, que el (14-09-1958), en el Monumental coso de la “Plaza México, con el que hizo su presentación el ganadero mexicano don Javier Garfias de los Santos, y que rejoneó Jesús Peralta, que además cortó las orejas de su bravo y noble enemigo; Amigo, el (22-05-1971), de don Luis Barroso Barona, y su compañero Cuate, mereciendo la vuelta al ruedo.
Percances que ocasionaron:

De los 434 toros con la letra inicial A en su nombre, fueron un total de 37 astados los que ocasionaron percances mortales, las más diversas cornadas y variadas lesiones traumáticas. El primero de la relación llevó el nombre de Abejarruco, que enganchó a Mariano Tornero Serisola, al salir de clavarle un par, de don Rafael Laffite y Castro, siendo volteado y corneado en el suelo, resultando con una herida penetrante en la parte media anterior del muslo derecho, cerca de la ingle, siendo trasladado a Madrid en estado grave, aunque no tardó en reponerse y volver a la profesión; y el último, Azafranero, de pelaje retinto, listón y grande, de la señora viuda de Gota. Toreándole en Tarazona de Aragón, el (28-08-1889), Manuel García (el Espartero), al darle un pase recibió una gran cornada en el muslo izquierdo.

Seguidamente relacionamos los percances por su importancia, señalando los que produjeron la muerte del diestro, que desgraciadamente, fueron 9 y, seguidamente, citando de cabeza a pies, las cornadas -5, en el muslo derecho; 6, en muslo izquierdo; 4 en el vientre; dos en el triángulo de Scarpa; y una en la región, anal, escroto, y 10 lesiones varias:
Cornadas mortales:

1) Manuel Luque Arcas, picador que el (09-05-1880) salió a picar por última vez en Madrid Manuel Luque, que ya le había puesto tres puyas a Agachaíto, y entró por su pie a la enfermería con una contusión en el vientre que al caer se produjo con la perilla de la silla. Ni el público dio importancia a la lesión, ni los médicos que le reconocieron. Marchó a caballo a su hospedaje, y a la mañana siguiente se declaró la peritonitis, muriendo el (11-05-1880). Fue Manuel Luque un varilarguero de los bueno, arrebatado a la vida cuando llegaba a la perfección su arte. Buen jinete y grandes conocimientos de las reses, sobresalió por su decisión y su coraje, y se le olvidó injustamente.

2) Faustino Posada encontró trágico final en la plaza de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), el día (18-08-1907), por el astado, llamado Agujeto, de don Eduardo I Miura, berrendo en negro, el cual tomó codicioso cuatro varas, dando lugar a que se lucieran con él los lidiadores. Llegó la hora de matar, y Posadas, después de una buena labor de muleta, se dispuso a ello; tenía la costumbre peligrosa de volver la cara para ordenar algo a sus peones o para brindar al público, en plena lidia, estando junto al toro. Igualado el animal, Faustino volvió la cabeza en ese movimiento tan característico de los toreros al entrar a matar y estando haciéndolo, se le arrancó Agujeto, no teniendo tiempo el diestro para hacer ningún movimiento defensivo... volteándole e infiriéndole en el cuello una herida de 10 centímetros, con desgarramiento de tejidos y perforación de la tráquea... ¡otra vez una imprudencia delante de un Miura!... y es que, especialmente a los miureños hay que guardarles respeto hasta que están en el desolladero de la plaza.

El desdichado Posada anduvo unos inciertos pasos por el ruedo con evidentes muestras de asfixia, hasta que en gravísimo estado se lo llevaron a la enfermería. Rápidamente intervinieron los médicos que operaron al herido quedando éste tranquilo después de la intervención. No se movió al herido de la enfermería de la plaza y al siguiente día fue desde Sevilla con el padre del torero y D. Eduardo I Miura, el entonces eminente cirujano Dr. Lozano, que diagnosticó la extrema gravedad del torero y la imposibilidad de que fuera trasladado a Sevilla, como se había pensado. Murió en la enfermería después de terribles dolores, a las doce de la noche del día 19. El novillero Corchaíto, tuvo que despachar la corrida entera porque la tragedia sobrevino en el toro primero.

A las doce de la noche el pobre Faustino Posada, dejó de existir después de haber recibido los auxilios de la religión. La agonía había sido desgarradora. Rodeaban al torero, al tiempo del fallecimiento, el padre, los banderilleros y don Eduardo I Miura, que no había salido de la plaza desde que por la mañana llegó a Sanlúcar. El cadáver fue llevado a Sevilla, donde los sevillanos le rindieron un merecido homenaje. En el entierro de Posadas se vistió Sevilla de luto, sobrecogida su población por tan lamentable suceso. Faustino Posada contaba al morir veintidós años de edad. Una vida joven, cargada de ilusiones, había sido literalmente segada por los cuernos de un toro de Miura.

3) Manuel Martínez (Manene), banderillero que actuó Aguardentero, la tarde del (26-12-1888), que se celebró en Córdoba, su ciudad natal, una novillada de resultado sangriento, porque en ella salieron lesionados Rafael Guerra (Guerrita) y varios diestros más, y herido de muerte el Manene, por el astado, de nombre Aguardentero, y Antonio Bejarano y Millán (Pegote) actuó de matador y estoqueó, lógicamente, de mala forma un toro de la ganadería de Rafael Molina (Lagartijo).

4) Esteban García, novillero mexicano que toreando el día (02-11-1929), en un festejo nocturno, en Morelia (Michoacán, México), recibió una cornada gravísima en el vientre, por el novillo, llamado Aleve, de la ganadería mexicana de Queréndaro, que falleció el día 5 del mismo mes y año.

5) Jesús Amadeo Sánchez La Hoz (Perlita), banderillero que el (21-08-1904) se celebró en la plaza madrileña una corrida en la que alternaron los diestros Revertito y Mazzantinito, y novillos del duque de Veragua XIV y de don Santiago Muriel; el sexto novillo, llamado Americano, cárdeno oscuro y abierto de cuerna, le atropelló al echarle un capote en el tercio de banderillas, y al intentar el torero levantarse lo enganchó el cornúpeto y le corneó contra la barrera. En la enfermería se le apreciaron una cornada en el muslo derecho que le seccionó la femoral. A las pocas horas dejó de existir el modesto banderillero, desangrado a pesar de que los facultativos le colocaron pinzas en la herida para contener la hemorragia. En una carroza tirada por cuatro caballos fue conducido su cadáver al cementerio en medio de una enorme manifestación de duelo.

6) Jesús García Briñas, empleado de la Plaza de Toros de Ciudad Real , por el toro, de nombre Aristócrático, de don Ángel y don Juan Antonio Sanpedro, que le corneó mortalmente el (01-06-1995). El desgraciado accidente ocurrió cuando dicho trabajador procedía a comprobar el funcionamiento de la báscula en la que habrían de pesarse los toros que tenían que lidiarse al día siguiente.

7) Celestino Navarro, banderillero aficionado, fue herido de muerte por Armerito, novillo de don Eduardo Ibarra, lidiado en una becerrada en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el (06-05-1905), al banderillearle.

8) Ignacio Laza actuó el (24-05-1903) en la Plaza de Toros de Zaragoza en una novillada de López Navarro, alternando con Regaterín, Camisero. Laza había estoqueado valientemente a su primero; a su segundo, de nombre Atrevido, negro bragado, lo recortó capote al brazo en dos tiempos. Quiso repetir la suerte con la montera, por haber perdido el capote, y fue suspendido y volteado. Trasladado a la enfermería de la plaza, se le apreció una cornada gravísima en la región anal, a consecuencia de la cual falleció el (27-05-1903).

9) Francisco Rivera (Paquirri) en la trágica tarde del (26-09-1984), recibió una cornada mortal en el muslo derecho, producida por Avispado, de la ganadería de Sayalero y Bandrés, en el coso de Pozoblanco (Córdoba). Fue trasladado al Hospital Militar de Córdoba, que se halla ubicado a la entrada de la ciudad, llegando de Pozoblanco. En ese Hospital estuvo internado este autor el año 1953, siendo intervenido en la palma de la mano derecha, en la que el cirujano le realizó tres incisiones, pues se le había infectado cuando trataba médicamente a una yegua con metritis aguda. La anestesia fue a base de inspirar cloroformo aplicado con algodón sobre la nariz. Dicha infección se le produjo en la Clínica de Animales Mayores, de la siempre recordada Facultad de Veterinaria de Córdoba. (Foto pág. 35 T.4 EL COSSIO-2000).

 


Subir