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Nº 2 - 10 Septiembre 2005 (Textos originales del Dr. en veterinaria D. Juan José Zaldivar) |
Introducción |
El primer personaje es D. Francisco López Izquierdo (1), que con su interesantísima y amena publicación Cincuenta autores y sus escritos sobre toros, abre la mágica puerta que nos permite pasar a un campo del saber de dimensión extraordinaria. Él, trae a sus páginas una valiosa colección de autores a los que siguiendo cronológicamente sus escritos, nos resolvieron paso a paso la fascinante evolución de nuestra Gran Fiesta. Y así, al escritor taurino D. Basilio Sebastián Castellanos, le debemos de forma resumida y ponderada, al leer su obra Del origen de las fiestas de toros y de su historia, publicada en Madrid en 1847, las facilidades que nos ha dado para completar la presente Cronología evolutiva de la Fiesta Brava. Resultaría tarea imposible relacionar los libros, revistas y periódicos en los que aparecen noticias taurina; pero lo difícil lo expone López Izquierdo en el Estudio Preliminar de su obra, la de los “libros las más de las veces tan alejados del tema que la casualidad o una búsqueda intensa da como resultado su localización.” Qué gusto da entonces. Y siguiendo su acertado juicio, “era lástima que esos textos –dentro del inagotable tema de los toros- quedaran desperdigados a la atención del lector curioso o aficionado.” Evidentemente, como él dice: “Si esos escritos no se reuniesen en antologías, quizá no llegarían a conocimiento del público, por cuanto, para leerlos, habría que buscar las ediciones correspondientes, lo cual no siempre es fácil por tratarse de obras raras o agotadas…” En ese mundo inmenso del conocimiento del toro y de la fiesta, caudal inagotable para el enriqueciendo cultural, de la que es el principal protagonista, es destacable cómo muchos autores se muestras partidarios de las corridas y las defienden a capa y espada, mientras otros, abiertamente contrarios, las impugnan. “No faltan –refiere López Izquierdo (1986)-, quienes escriben su historia sintética y quienes nos proporcionan reglas para torear a caballo”, porque de todo se encontrará a lo largo de la evolución del toro y del toreo. Sin embargo, hay que reconocerlo, unos y otros, enemigos, simpatizantes o indiferentes, nos facilitan noticias de interés; noticias que, de un modo o de otro, son importantes para la historia de la tauromaquia.” El mismo autor citado llegó a la misma conclusión que nosotros venimos practicando desde el año 1951, que el criterio más racional para ordenar todo tipo de temas específicos, es el del orden cronológico; “mas este orden no en toda ocasión puede someterse a regla estricta. Sería muy sencillo tener en cuenta la fecha de edición si todas las obras hubieran sido publicadas en la época en que fueron compuestas, pero ello no es así. Una obra ha podido permanecer inédita durante muchos años, y en este caso, he de colocarla en el lugar que le corresponde por su fecha d e composición, aun haciendo constar el año de edición, o en el tiempo de los acontecimientos que se relatan. Un ejemplo lo aclarará en mayor medida: Pinheiro de Veiga estuvo en la corte de Felipe III –en Valladolid- en 1605. Aquel año había nacido en dicha ciudad quien después reinaría con el nombre de Felipe IV. El portugués Pinheiro de Veiga escribió un libro sobre aquel acontecimiento y fiestas a que dio lugar el nacimiento del príncipe. Pero su obra no fue traducida al castellano y publicada en España hasta el año 1916. No podía, pues, situar el escrito taurino de Pinheiro en este último año, sino en 1605 en que acaecieron los hechos.” Cuando, en fin, se desconoce le fecha de composición y la edición es posterior a aquella, colocamos el escrito en el lugar y fecha aproximada. Con dicho orden se consigue que el lector vaya siguiendo paso a paso el correr de los años en la ya dilatada historia de la fiesta brava. Seguir la evolución de un determinado tema y detenerse a desmenuzar cuanto ocurría en el mundo al mismo tiempo, es un placer de dioses. Que en el trabajo de reconstrucción del pasado histórico se actualice la ortografía no hará más que facilitar al lector el entendimiento del asunto, aunque no hemos tenido empacho en incluir términos de gran valor histórico y cultural, con su correspondiente explicación. (1) Francisco López Izquierdo. 1986. Cincuenta autores y sus escritos sobre toros. (Siglos XIII al XX). Agualarga Editores, S.L. Madrid.
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