El autor pretende a través de estas entregas, poner a disposición del aficionado y a aquellos que aún no lo son y tienen cierta inquietud por la Fiesta Nacional, su experiencia como profesional de la veterinaria y en especial a la crianza del toro de lidia, en vista a un mejor conocimiento de este majestuosos animal.
La
lectura de estas entregas resultan tan elocuentes, que no hace necesario
más detalles para conocer la grandeza y la majestuosidad de este bello
animal, el toro de lidia.
Por sus trabajos en el desarrollo de la ganadería bovina y porcina en la
provincia de CÁdiz, fue condecorado con el titulo de CABALLERO de la
Orden Civil del Mérito Agricola, del Ministerio de Agricultura, en 1971;
dos años después por el desarrollo de las misma actividades, más la
promoción de industrias agropecuarias en la provincia de Badajoz, se le
otorgó el de OFICIAL de dicha Orden; y en 1978, tras 25 años de
investigaciones científicas y tecnológicas acompañadas de notables
avances en el manejo cientifico del ganado bravo, el citado Ministerio
le concedió el de COMENDADOR.
Todos esos avances fueron exponiéndose entre los años 1965-2002, tanto
en España como en Mexico, en más de 100 conferencias, cronológicamente
en las siguientes ciudades: Sevilla (ATENEO, 1965 y 2000), Salamanca,
Madrid (Ministerio de Agricultura), Córdoba (Facultad de Veterinaria),
Cadiz, Puerto Real, El Puerto de Santa Maria Asociación Cultural Medusa
y Auditorio Hotel Monasterio, 1966 y 2000), Algeciras, ciudad de México
(UNAM), 1980; Zacatecas (UAZ), en 1985 y 1986; Guadalajara (U de G y UAG),
en 1988; Aguascalientes (UAG), en 1989, etcéctera Efectivamente, hasta hoy y está a punto de cumplirse medio siglo, ningún otro profesional veterinario ha osado manejar los toros, incluyendo los terroríficos Miuras, en las dehesas abiertas, < a campo abierto y a pecho descubierto» con el valor, la seguridad, la determinación y efectividad, que Juan José Zaldivar lo hacia. En la vida de Juan José Zaldivar Ortega se ha dado un hecho de coincidencias casi míticas: Nació en la misma ciudad, día y mes, que el célebre matador Bernardo Gaviño Rueda, pero éste en 1.812, hijo de José Gaviño y de Maria de la Nieves Rueda; pariente lejano de Juan Zaldivar y a su vez del famoso diestro Juan León (Leoncillo). Gaviño introdujo en México, en 1833, las técnicas modernas de torear, entonces en boga en España. Juan Zaldivar, por su parte, aportó a México las más modernas técnicas científicas, ampliamente reconocidas en España, en el manejo de los toros bravos, que fueron primeramente utilizadas en la ganadería del matador de toros Joselito Huertas, en el estado de Zacatecas. Entre ambos se actualizó en México el arte del toreo y la ciencia aplicada al toro bravo. Gaviño desgraciadamente, jamás regresó a Puerto Real, Juan Zaldivar Ortega, gracias a Dios, si... y vive ya jubilado en El Puerto de Santa Maria.
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casemo - 2004