Palacio Vistalegre (Madrid),  2ª de la Feria de Invierno. Un cuarto de plaza.

Novillos de El Parralejo, bien presentados pero de desiguales hechuras y remates. De juego manejable en conjunto. Destacaron el noble y enclasado primero, el encastado y profundo segundo, el noble cuarto y el sexto, que pese a dos volteretas, tuvo ritmo y temple en sus embestidas. De menores prestaciones tercero y quinto.

Antonio Catalán "Toñete", saludos tras aviso y oreja.
Ángel Téllez, saludos tras aviso y oreja.
Rocío Romero, que debutaba con picadores, oreja y silencio tras dos avisos.

Madrid.  Vustalegre.Seis toros de Victorino Martín, de correcta presencia y finas hechuras pero de escaso cuajo. De juego desrazado en general, algún ejemplar resultó noble y manejable, pero sin gran bravura, frente a otros que se defendieron con temperamento.

Curro Díaz, de grana y oro: estocada (ovación tras petición de oreja); estocada baja (oreja).
Daniel Luque, de azul noche y oro: estocada desprendida (ovación); dos pinchazos (silencio).
Emilio de Justo, de corinto y oro: estocada tendida y descabello (oreja tras aviso); estocada baja (silencio).

Entre las cuadrillas, Juan Contreras saludó tras banderillear al segundo.

La plaza, cubierta, se cubrió en algo más de media entrada (unos 7.000 espectadores).

Valdemorillo (Madrid) Se lidiaron seis toros de Guadalmena, desiguales de presentación y juego. Los mejores, primero y tercero; el resto, mansos, reservones y complicados.

Alberto Lamelas, de azul marino y oro: pinchazo y estocada (silencio); y buena estocada (silencio tras aviso).

Miguel de Pablo, de blanco y oro: metisaca bajo con derrame (ovación); y estocada (oreja).

Juan Miguel, de malva y oro, que tomaba la alternativa: pinchazo y estocada (oreja); y estocada trasera (oreja tras aviso).

Entre las cuadrillas, José Antonio Carretero saludó tras banderillear al tercero.

Tercer y último festejo de la feria de San Blas y la Candelaria, con media entrada en los tendidos

Valdemorillo (Madrid) Se lidiaron cinco toros de Monte la Ermita y un sobrero de Guadalmena, en quinto lugar, tras devolverse por flojo el segundo y correrse turno. En conjunto, desigualmente presentados y sin raza ni clase, luciendo muy mal estilo la gran mayoría. El mejor fue el quinto.

Valdemorillo (Madrid) Los seis utreros de Montealto, de variados pelajes, tuvieron volumen y presencia, así como un juego descastado que les hizo ir a menos o ponerse a la defensiva con mal estilo en el último tercio.